Lafcadio Hearn
"Como en Hõrai nadie tiene conocimiento del mal, los corazones jamás envejecen. Y, siendo siempre jóvenes de corazón, los habitantes de Hõrai sonríen desde que nacen hasta que mueren, salvo cuando los Dioses les infligen algún dolor; y los rostros permanecen velados hasta que ese dolor se disipa. Toda la gente de Hõrai ama al prójimo y confía en él, tal como si todos integraran una sola familia; y la voz de las mujeres semeja el canto de un pájaro, porque sus corazones son ligeros como los de los pájaros, y el susurro de las mangas de las doncellas, cuando juegan, evoca fugaces y pesados aleteos. Salvo las penas, nada se oculta en Hõrai, porque allí no hay motivo de vergüenza; y nada se encierra bajo llave, porque allí no se concibe el robo; y tanto de día como de noche las puertas permanecen sin tranca, porque no hay nada que temer. Y como quienes habitan Hõrai son seres sobrenaturales, aunque mortales, todos los objetos de Hõrai (salvo el palacio del Rey-Dragón) son diminutos, preciosos y extraños ; y esas criaturas comen el arroz, sí, en escudillas muy pequeñas, y beben el vino en copas muy, muy pequeñas...”
Buena parte de tal apariencia se debería a la inhalación de esa atmósfera espectral, mas no su totalidad. Pues el sortilegio forjado por los muertos no es sino el encanto de un Ideal, el destello de una antigua esperanza; y tal esperanza de algún modo se ha colmado en muchos corazones -en la sencilla belleza de las vidas sin egoísmo- en la dulzura de la Mujer...
Maléficos vientos del Oeste arrecian sobre Hõrai, y disipan, ay, esa atmósfera mágica. Ésta hoy se demora sólo en franjas y fragmentos... esas rutilantes franjas de nubes, por ejemplo, que atraviesan los paisajes de los pintores japoneses. Aún puede hallarse a Hõrai bajo los jirones de ese vapor etéreo, mas en ninguna otra parte... Recordemos que Hõrai también se llama Shinkirõ, que significa Espejismo: la Visión de lo Intangible. La Visión se difumina y jamás volverá a aparecer, salvo en cuadros y sueños y poemas.
Fragmento del relato Hörai , de Lafcadio Hearn , nacido el 27 de junio de 1850.
Buena parte de tal apariencia se debería a la inhalación de esa atmósfera espectral, mas no su totalidad. Pues el sortilegio forjado por los muertos no es sino el encanto de un Ideal, el destello de una antigua esperanza; y tal esperanza de algún modo se ha colmado en muchos corazones -en la sencilla belleza de las vidas sin egoísmo- en la dulzura de la Mujer...
Maléficos vientos del Oeste arrecian sobre Hõrai, y disipan, ay, esa atmósfera mágica. Ésta hoy se demora sólo en franjas y fragmentos... esas rutilantes franjas de nubes, por ejemplo, que atraviesan los paisajes de los pintores japoneses. Aún puede hallarse a Hõrai bajo los jirones de ese vapor etéreo, mas en ninguna otra parte... Recordemos que Hõrai también se llama Shinkirõ, que significa Espejismo: la Visión de lo Intangible. La Visión se difumina y jamás volverá a aparecer, salvo en cuadros y sueños y poemas.
Fragmento del relato Hörai , de Lafcadio Hearn , nacido el 27 de junio de 1850.
El 27 de junio de 1908 nacía João Guimarães RosaComentarios
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