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Marco Denevi

Marco Denevi Los lunes lo vigilábamos. A mediodía, después de almorzar, cambiaba de traje, se iba vestido como un jailaife. Claro, era el día en que se reunía con ella. Seguimos leyéndole las cartas, a escondidas, con mucha discreción, porque la señorita Eufrasia, que es un demonio de perversidad, como yo digo, le falta la bola de cristal y la lechuza al hombro, parecía haber olido algo y nos la encontrábamos por todas partes, como si se hubiese multiplicado por diez. Menudo jaleo se hubiera armado si nos sorprendía con una carta rosa en la mano. No nos importaba por Camilo, que era como de la familia y nos hubiese perdonado; pero por los otros, ¿sabe usted?, por los otros, porque en seguida iban a pensar que lo mismo hacíamos con la correspondencia de ellos, amén de que la señorita Eufrasia habría hecho tal escándalo, que hasta en los diarios hubiera salido. No quiera usted saber las precauciones que tuvimos que adoptar. Pero la cuitada sospechaba, sospechaba, y aparecía silenciosamente por puertas y ventanas, salía tras de una planta, olvidaba pedir permiso para entrar en mi cuarto, quería a cada minuto alguna cosa, un vaso de agua, la plancha, un limón exprimido. La ansiedad y la rabia la volvían pálida y seca como una escoba. Y cuando cada miércoles me entregaba el consabido sobre rosa, me miraba de una manera, señor, tan acusadora, que a mí se me subían los colores a la cara.

Fragmento de la novela Rosaura a las diez , de Marco Denevi , nacido el 12 de mayo de 1922.
El 12 de mayo de 1828 nacía Dante Gabriel Rossetti
El 12 de mayo de 1921 fallecía Emilia Pardo Bazán
El 12 de mayo de 2004 en Al_Andar...
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