Hambre
Nuevamente había ido para sentarme a un cementerio y había escrito un artículo para un periódico. mientras estaba trabajando allí dieron las diez, la noche cayó e iban a cerrar las puertas. Tenía hambre, mucha hambre. Desgraciadamente, las diez coronas sólo habían durado poco tiempo. Ya hacía dos, casi tres días, que no comía nada, y me sentía deprimido; hasta sostener el lápiz me fatigaba. Tenía en el bolsillo la mitad de un cortaplumas y un manojo de llaves, pero ni un cuarto.
Cuando cerraron la puerta del cementerio, debí haberme ido derecho a casa, pero vagué todavía algún tiempo. Me inspiraba un terror instintivo mi cuarto, tan tétrico y vacío: un taller abandonado de hojalatero, donde se me permitía vivir provisionalmente. Deambulé al azar, pasé ante el Depósito, bajé hasta el mar y fui a sentarme en un banco, en el muelle del ferrocarril.
Fragmento de la novela Hambre , del escritor noruego Knut Hamsun , fallecido el 19 de febrero de 1952.
Cuando cerraron la puerta del cementerio, debí haberme ido derecho a casa, pero vagué todavía algún tiempo. Me inspiraba un terror instintivo mi cuarto, tan tétrico y vacío: un taller abandonado de hojalatero, donde se me permitía vivir provisionalmente. Deambulé al azar, pasé ante el Depósito, bajé hasta el mar y fui a sentarme en un banco, en el muelle del ferrocarril.
Fragmento de la novela Hambre , del escritor noruego Knut Hamsun , fallecido el 19 de febrero de 1952.
0 comentarios