Hambre

Cuando cerraron la puerta del cementerio, debí haberme ido derecho a casa, pero vagué todavía algún tiempo. Me inspiraba un terror instintivo mi cuarto, tan tétrico y vacío: un taller abandonado de hojalatero, donde se me permitía vivir provisionalmente. Deambulé al azar, pasé ante el Depósito, bajé hasta el mar y fui a sentarme en un banco, en el muelle del ferrocarril.
Fragmento de la novela Hambre , del escritor noruego Knut Hamsun , fallecido el 19 de febrero de 1952.
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