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Al_andar

James Baldwin

James Baldwin

Un amigo europeo y yo fuimos detenidos en Broadway, en pleno día, mientras buscábamos un taxi. Él llevaba tres días en Nueva York, todavía no dominaba el inglés y yo le mostraba las maravillas de la ciudad. Estaba impresionado y aturdido, aunque también parecía preguntarse para qué servía todo aquello... Cuando, de repente, caídos del cielo o surgidos del asfalto, aparecieron dos policías de la secreta, nos separaron; apenas me dirigieron una palabra. Vi cómo mi amigo, arrastrado por el cuello de la chaqueta, desaparecía entre la multitud. Nadie parecía haberse dado cuenta; evidentemente ocurría todos los días.
Me empujaron al vestíbulo de un drugstore, me cachearon, me obligaron a vaciar los bolsillos, me obligaron a arremangarme, me preguntaron qué hacía por allí; «por allí» era la ciudad donde había nacido. Soy perro viejo en estas lides —la policía se mostró siempre muy solícita en echarme el guante e incluso en pegarme alguna vez— y por consiguiente no dije nada durante toda la operación. Estaba preocupado por mi amigo, que no entendería aquella calurosa recepción en el país de la libertad; me preocupaba su escaso dominio del inglés, sobre todo cuando tuviera que enfrentarse con el lenguaje algo peculiar de la policía. Ninguno de los dos llevábamos navajas ni pistolas, ninguno de los dos tomábamos drogas: eliminado el aspecto criminal. Además, mi amigo era un hombre casado, con dos hijos, su visita era perfectamente respetable y ni siquiera venía de algún lugar sucio y de dudosa reputación, como Grecia, sino de la geométrica y solvente Suiza: eliminado lo moral. Yo no era exactamente un vagabundo, me preguntaba pues qué iba a decir el policía. Parecía muy desilusionado de que no llevara armas, de que mis venas no estuvieran pinchadas;

Fragmento de Nada personal , de James Baldwin , nacido el 2 de agosto de 1924.

El 2 de agosto de 1884 nacía Rómulo Gallegos
El 2 de agosto de 1997 fallecía William Burroughs

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