Leyenda de la ausencia
El árbol sabía el secreto del agua y el pájaro. Pero el árbol guardó silencio cuando vinieron los hombres a caballo y arrasaron el bosque.
El árbol conoció la fuga en primavera, casi al alba, de los niños, más allá de la casa que guardaba los tesoros y el aire del sueño. Pero el árbol guardó silencio cuando los jinetes quemaron las fotografías sepia.
El árbol vió el abrazo de la luna y el estanque, cuando el otoño rodeó jazmines y se llevó las rosas. Pero el árbol, guardo silencio, cuando los caballeros, con dedos de hielo robaron las hojas diarias del calendario.
Y se quedó en pie, solo y altivo.
Entonces los jinetes avanzaron hasta él y encendieron fuego. El viento se llevó las cenizas hacia el río. Y la memoria del árbol pudo contar por fin a las aguas porqué mueren las leyendas a través del olvido y la ausencia.
María Antonia Seguí
El árbol conoció la fuga en primavera, casi al alba, de los niños, más allá de la casa que guardaba los tesoros y el aire del sueño. Pero el árbol guardó silencio cuando los jinetes quemaron las fotografías sepia.
El árbol vió el abrazo de la luna y el estanque, cuando el otoño rodeó jazmines y se llevó las rosas. Pero el árbol, guardo silencio, cuando los caballeros, con dedos de hielo robaron las hojas diarias del calendario.
Y se quedó en pie, solo y altivo.
Entonces los jinetes avanzaron hasta él y encendieron fuego. El viento se llevó las cenizas hacia el río. Y la memoria del árbol pudo contar por fin a las aguas porqué mueren las leyendas a través del olvido y la ausencia.
María Antonia Seguí
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