De Profundis

Nuestra trágica amistad, en extremo lamentable, ha terminado para mí de un modo funesto, y para ti con escándalo público. Empero, el recuerdo de nuestra antigua amistad me abandona raramente, y siento honda tristeza al pensar que mi corazón, antes henchido de amor, está ya para siempre lleno de maldiciones, amargura y desprecio.
Así comienza De profundis o La tragedia de mi vida, la obra final del escritor dublinés Oscar Wilde que murió el 30 de noviembre de 1900, solo y mísero, en el Hôtel d´ Alsace, en París, abandonado y olvidado de los hombres. Borges lo ha definido como un homo ludens
En la imagen, retrato de Oscar Wilde,
realizado por Henri de Toulouse-Lautrec
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