Blogia
Al_andar

Octavio Paz

Octavio Paz A veces recibo cartas de amigos -- poetas, pintores -- que se quejan de la indiferencia de la crítica frente a sus creaciones. No les falta razón, sobre todo si se piensa en los elogios extravagantes o en las vehementes condenaciones -- unos y otras ruido y confusión -- que suscita toda obra en la que, de esta o aquella manera, se adulan los gustos de la mayoría (desde el "inmoralismo" epidérmico de la pornografía hasta el "moralismo" del arte social). La independencia es pecado que no perdona el arte moderno, dividido en sectas vindicativas y partidos omniscientes. Ayer, la distinción era una virtud, una suerte de elegancia moral a la que todos aspiraban; hoy, algo peligroso que la prudencia aconseja ocultar. Ser diferente es exponerse al examen del psiquiatra; ser disidente, condenarse al destierro (exterior o interior). Las ideas dividen a los hombres pero todos están unidos por el mismo horror a la obra realmente original.

Fragmento de un ensayo que Octavio Paz, nacido el 31 de marzo de 1914, dedica al poeta Marco Antonio Montes de Oca, texto recogido en el libro Puertas al campo

0 comentarios